Monday, November 26, 2007

Life is not fair. Get use to it.


La ira nubla el sentido común. Tal como en el boxeo, si se pelea con ira, se llega al combate con media batalla perdida.
La ira, amigo lector, es lo que hace que se pierdan las grandes ideas, y tras de ellas, los grandes hombres.
¡Es muy difícil no escribir con ira! Lo se. Al tener la posibilidad de escribir, se tiene todavía más responsabilidad de escribir con criterio.
A pesar de que podría venir a hablar de la injusticia que cometió un profesor de la UCR conmigo el fin de semana pasado, si hubiera escrito ayer, la ira y el odio hubieran desbordado las oraciones de este escrito, y hubiera estado muy equivocado, muy a pesar de que era de ese tipo de profesores de criterio tan amplio y juicio tan claro como la iglesia católica de la época oscurantista. Me robaron descaradamente, de eso no tengo la menor duda, pero la vida no es justa.
Y esto viene a cuenta de que, precisamente, el día antes del nefasto examen con valor del 50% de la nota final del curso y su todavía peor dieciochesca evaluación, un grupo, pequeño, apartado, minoría dentro de la minoría, se apostaba frente a la casa de un diputado, o de varios, o de todos. Cuando se pierde el respeto al derecho ajeno se tira por la borda el respeto al derecho propio.
Amenazas de muerte, sedición, parecen ser la moneda de uso común dentro de esa minoría dentro de la minoría. La oposición es válida, es más, es necesaria, pero el irrespeto, la violencia, los bloqueos y las huelgas no hacen más que dilapidar la poca o nula ya aceptación de esta minoría dentro de la minoría.
Hoy, la marcha, sin que importe si fue un fracaso o un éxito, convocó a una pequeñísima parte de los estudiantes y funcionarios del campus Rodrigo Facio. Unirse a la causa sindical no creo que sea el propósito de los que votaron NO el pasado 7 de octubre. O al menos, no lo es de la inmensa mayoría dentro de este movimiento, que no concuerda con el bloqueo a la agenda de implementación.
La mayoría, en un estado de derecho, toma las decisiones; la minoría, se respeta y ejerce el lugar y el peso político que le corresponde. No confundamos los papeles, amigo lector.
La minoría dentro de la minoría se aduce la representación de una verdad que no es tal, aquí no se habla de posibles certezas, sino de realidades.